VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA LE APUESTAN A LA MIEL PARA REACTIVAR LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA
El Salado (Bolívar) 6 de diciembre de 2022. A 6 años de la firma del Acuerdo de Paz, visitamos una de las comunidades que más sufrió por el conflicto armado, en el corregimiento de El Salado, quienes afirman que además de haber sanado sus corazones hoy le aportan al medioambiente y a la reactivación económica de los Montes de María, gracias a la miel.
Se trata de la Fundación Constructores de Paz conformada por 200 personas quienes trabajan para mantener el legado de sus ancestros, cultivar su cultura, reconstruir sus narrativas y mostrarlas al mundo, a través de la música, la danza, los murales; y los proyectos productivos, como el ají y la miel, con los que buscan además endulzar corazones.
Esta Fundación ha llegado a vincular hasta mil niños y jóvenes en actividades que contribuyen con el sano esparcimiento.
“Esta es la tierra prometida de los Montes de María. Acá encontramos historias impactantes, pero no estoy hablando de la historia de hace 22 años, la historia de la masacre, estoy hablando de historias motivadoras e inspiradoras que hacen de este territorio un territorio en paz, como es el caso de esta nueva iniciativa: miel Villa Campo, que vincula a jóvenes, mujeres y apicultores”, explica Moisés Martínez, un joven de 15 años quien hace parte de la Fundación.
Al igual que Moisés, Dylan Corrales, quien es de Cartagena, pero hace su servicio social en El Salado, como licenciado en inglés y docente de apoyo documental de la Fundación Constructores de Paz, afirma que “la miel de El Salado tiene una procedencia especial, parece que las abejas estuvieran naturalmente acordes con el progreso y el proyecto apícola, si te lo cuento de manera personal, de manera existencial, somos una familia de abejas”.
Tal como lo explican los jóvenes y mujeres de esta Fundación, las abejas han sido fundamentales para fortalecer procesos de organización, liderazgo y productividad en la región.
“Fui desplazada por el conflicto armado. Cuando decidí retornar tenía que pensar cómo iba a llegar. Tenía que ser resistente, resiliente y tenía que ser productiva. Llegó a mi vida la abeja y empecé a identificarme con ella, como la maestra reina, que tenía que saber cómo organizar su territorio, por dónde empezar. En ella vi lo resistente, ella organizaba su camada, ella buscaba su producto para sostenerse y así replicar en todas las demás”, comenta Esther Corrales, campesina, lideresa y fundadora de la miel Villa Campo.
Esther afirma que su estrategia para ser exitosa luego del dolor y del miedo fue aprender de una abeja.
“Con la miel aguanté un rato de hambre, pude entender que más allá de alimentarme me podía sanar. Su dulce me sanó el corazón, con su dulce logré traer un poco de paz y así empezó el proyecto”, agrega.
Actualmente, esta fundación cuenta con 250 colmenas en 3 apiarios que producen 80 kilos de miel por colmena y 20 toneladas por cosecha.
Villa Campo tiene disponibles más de 4.500 frascos de miel orgánica, de 375 ml, que se encuentran listos para ser comercializados con la marca Villa Campo y el sello de Paz Paissana que lidera el Fondo Colombia en Paz – vehículo financiero para la implementación del Acuerdo de Paz.
El contacto es: en Instagram es constructoresdepaz0 y en Facebook: constructoresdepaz01