Fondo Colombia en Paz

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En 8 municipios de Colombia comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas ofrecen 13 rutas ecoturísticas, donde además de mostrar la mayor riqueza ambiental, productiva y gastronómica de cada territorio, comparten lo mejor de su cultura, sus raíces; así como historias, mitos y leyendas que los representan.

Las 13 rutas ecoturísticas fueron construidas por los colectivos comunitarios de 8 municipios que hacen parte del proyecto Voces del Territorio – iniciativa que le apuesta al fortalecimiento de capacidades de comunicación y cultura en 40 municipios de Colombia, donde participan activamente mujeres y jóvenes, quienes buscan construir y/o reconstruir sus narrativas de paz, reconciliación y perdón.

Las rutas se encuentran en el corregimiento de Mondomo en Santander de Quilichao; en el municipio de Caldono (Cauca); en Los Palmitos, Ovejas y en las Flores de Morroa (Sucre); en el Carmen de Bolívar; en Florencia (Caquetá); en Mesetas (Meta) y en Puerto Leguizamo (Putumayo).  

“En Santander de Quilichao son cuatro las rutas propuestas por los colectivos comunitarios que le apuestan a resaltar los atractivos naturales, su variedad de flora, fauna y diversidad campesina convirtiendo al corregimiento de Mondomo y sus veredas en un potencial turístico”, dijo Carlos Chávez, uno de los integrantes del colectivo juvenil y diverso.  

De acuerdo con Chávez, “esta tierra cuenta con hermosos paisajes como lo son los cultivos de caña y café, fuentes hidrográficas; manifestaciones culturales, gastronomía típica, riquezas que necesitan ser visibles para Colombia y el resto del mundo”.  

Las rutas que quedaron contempladas en el proyecto son: Ruta Campesina, Ruta del Café, Ruta del Caucho y Ruta Cultural, esta última se realiza en el parque principal del corregimiento de Mondomo cada 15 días.  

En el Cauca existe otra ruta natural donde se combina con el avistamiento de aves y cata de cafés especiales. Queda en Corinto donde buscan potenciar las rutas ecoturísticas que se encuentran en el territorio, principalmente haciendo énfasis en los cafetales y el proceso de siembra y cosecha. 

Para Víctor Ulcue, líder indígena campesino, “el ecoturismo de la paz les permite a sus pobladores, en especial la comunidad indígena fortalecer sus capacidades y cohesión social, mejora desde los imaginarios sociales esa apuesta a la paz que siguen construyendo entre todos sus pobladores a pesar de las adversidades”.  

En los Montes de María son cuatro los municipios que le apuestan desde la cultura a la paz. En el corregimiento de Las Flores en Morroa la Ruta de la Memoria incluye prácticas ancestrales y espirituales como el baño de luna para las mujeres en el cerro Don Juan; recorridos por el Camino Real, y paseos guiados.

Para Edilma Corrales, lideresa de ese corregimiento el desarrollo de la ruta de la memoria permitirá a todos los suyos aportar a la construcción y el mantenimiento de escenarios de paz donde el centro de todo son las personas. 

En Carmen de Bolívar (Bolívar), la apuesta está concentrada en tres rutas desde el corregimiento El Salado hasta la parte alta del municipio.  

En Ovejas son dos las propuestas ecoturísticas que llevarán a visitantes por un recorrido por la gastronomía ancestral que permitirá a propios y extraños conocer  la tierra de la gaita, donde serán los jóvenes los que se tomen la palabra.  

En Los Palmitos las rutas del Piñal y de la Memoria permitirán a los turistas conocer por ejemplo los lugares donde nacieron dos de los juglares del vallenato, exponentes de ese género, que hace que las historias sean miradas desde la música como elemento transformador de las comunidades. 

En Puerto Leguizamo (Putumayo) los atractivos naturales se combinan desde dos enfoques: el étnico y el paisajismo, donde la flora y la fauna harán que quienes visiten este territorio quieran quedarse más tiempo. 

“Sus atardeceres en un mediano plazo serán centro de atención de los turistas que quedaran encantados con el reflejo del sol en el imponente río Putumayo”, dijo Jhon Gafre, líder del colectivo de comunicaciones. 

Por Oscar Viña Pardo

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