Fondo Colombia en Paz

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Discurso del presidente Gustavo Petro en la Plaza de Bolívar, en Bogotá, a propósito de la conmemoración del Primero de Mayo, resaltó la importancia de la implementación del acuerdo de paz, a cargo del Fondo Colombia en Paz. Algunas de las citas más elocuentes del presidente Petro.

Nuestro camino es la democracia y la democracia la hace el pueblo. Los acuerdos de paz con las FARC hablan y ordenan hacer un acuerdo nacional. Un acuerdo nacional no es un papel del cual se burlan después. Un acuerdo nacional se escribe en letras constituyentes. Un acuerdo nacional es desatar el poder constituyente en Colombia y el poder constituyente es la capacidad de la población de decidir, decidir en contra o decidir a favor. Decidir a favor de las reformas o decidir en contra de las reformas. Decidir por la paz o decidir por la muerte. Decidir por la vida de todos y de todas, o decidir por la muerte de la nación. El poder constituyente es que la población tenga el poder. Es que las gentes, el pueblo, tenga el poder.

Salir a las calles, a los barrios, a organizar el poder constituyente, es organizar las asambleas populares en todos los lugares de Colombia, no solo para detener un golpe, sino para proponer y hacer en realidad los grandes cambios de este país que lo necesita. Al acuerdo de paz de la FARC en sus pilares fundamentales, la reforma agraria, la transformación del territorio excluido y la gran verdad judicial sobre la violencia en Colombia, le pusieron conejo, lo incumplieron. Y no son temas que favorezcan a las FARC. Son temas que favorecen al pueblo, porque al pueblo le favorece que hoy haya una reforma agraria y que el campesino tenga tierra. Al pueblo le favorece que esos territorios olvidados de mi Dios, como decían los abuelos, olvidados de la oligarquía, se puedan transformar y volver economía próspera, porque así se acabaría el narcotráfico y la violencia allá en el litoral Pacífico, allá en el sures del Caribe, allá en el Catatumbo.

Nosotros aquí venimos a otra cosa, nosotros venimos aquí y llenamos estas plazas a clavar la bandera de la justicia social, de la democracia y de la paz definitiva. En Colombia no nos hemos echado atrás. Este gobierno tiene que avanzar en lo fundamental, en esas tareas. Ministro, ministra que le de miedo, de un paso al costado y dejen que otro lo pueda hacer.

Nuestro nombre desde hace décadas se ha conjugado con la paz, pero no paz de gente arrodillada, no una paz de un pueblo de rebaño, no una paz donde las fuerzas populares de Colombia, donde la clase trabajadora, la mujer y la juventud, el campesino reinado, el movimiento indígena, las comunidades afro que vienen de esa raíz, de quienes se liberaron de las cadenas y de los cepos. Ese sujeto popular va a hablar de tú a tú con quienes siempre han gobernado Colombia, con quienes siempre han tenido el privilegio en sus cunas.

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